Ayer el
poeta tuvo un desencuentro con la Musa de sus delirios. En un arrebato
ditirámbico le escribió iluminados versos, a lo cual, ella se sintió
perseguida, acosada; pensó, tal vez que su intención era conquistarla,
atraparla en sus redes seductoras de poeta.
Yo me
pregunto ¿Para qué son las ¿Musas?
Según la
mitología, dice que en su condición de inspiradoras, son invocadas por los
poetas, al comienzo de sus obras, para que le proporcionen las palabras
adecuadas.
¿Quién me
diera una musa de fuego, que me transporte al cielo más brillante?
No sé porque
ella cuestionó los versos del poeta. Algo inédito en una musa; creo yo.
El vate en
un tono sorprendido le dijo: ¿Qué le pasa Alma Alada?, ¿Está destiñendo?
¿Quiere
quedar sin pega?, ¿Quiere dejarme vagando como alma en pena?
Ella no dijo
nada...se quedó muda. Ahora yo me pregunto:¿Las musas hablan?
A todo esto,
ella no se imaginó nunca que iba a producir ese gran estruendo en el alma del
poeta, al desconfiar de sus agraciados e iluminados versos.
Entonces la
mente del vate se desplomó por la bóveda celeste y piedras mutantes saltaron al
espacio de su cabeza. Caminó horas y horas, divagando por los parques desnudos
del otoño, difamando estupideces al viento.
El sol se
cayó a pedazos, el día se hizo noche, la luna se eclipsó; se paralizó el
tiempo. Entonces el poeta entró en un estado de depresión bipolar profunda,
autismo severo, arritmias cardíacas y estertores varios...perdió la brújula la
guía, el camino, la dirección, la ruta, se desorientó al punto que tuvo que
visitar de urgencia a su psiquiatra de cabecera, No pudo soportar tanta
ingratitud de parte de su musa ideal.
Después se leía en la prensa local: "Musa renuncia a ser musa de poeta impulsivo y pasao' pa' la punta; se sube por el chorro con facilidad: La musa se cansó de ser objeto de Arte de poeta laudatorio y lisonjero... "Debido a esa actitud negativa de parte de ella, el vate no acepta la cruda realidad e intenta quemarse a lo bonzo con libros clásicos de poetas malditos y deja un breve testimonio en una de sus páginas: "Fueron sólo problemas de incomunicación; nada más" y se roció el cuerpo con poemas de fuego. Los versos ardientes quemaron su cuerpo en primer grado con destellos de luces y chispas que iluminaron los cielos de la nebulosa ciudad.
La musa
nunca se pronunció, en ningún momento, siempre permaneció muda. Después de
observar el escenario dantesco, dobló sus alas, destornilló sus antenas, despidió a sus luciérnagas y se retiró a los cuarteles de invierno. Según lo
que dijo ella, fue por falta de seriedad de poeta anti-poeta. Yo me pregunto,
en estos tiempos cibernéticos que vivimos la poesía tiene que servir más allá
de lo habitual, la poesía tiene que ser el amor esencial que cambie el alma
de los humanos. Pero, ella nunca entendió y debido a eso, por lo consiguiente
el poeta no resiste la situación (entiendan, los poetas, son sensibles,
siempre) e insiste en el suicidio y al final se ahorca con las letras
terminales de la palabra FIN.
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