Si te digo que irradias serranías; tú no me creerías, o tal vez sí; porque tú
crees en mi. Se te nota en los ojos horizontales.Tus ojos son como el poema
" Horizonte Cuadrado " de Vicente Huidobro, están llamando a
crear mundos que no existen para el común de los mortales; a crear
nuevas imágenes; a crear un mundo imaginario de una naturaleza creada sólo por
tí.
...Dentro del horizonte alguien cantaba su voz no es conocida, de dónde viene,
entre las ramas, no se ve nadie, hasta la luna era una oreja y no se oye ningún
ruido , sin embargo una estrella desclavada ha caído al estanque; el Horizonte
se ha cerrado y no hay salida; pero tú, huidobriana de lomo y tomo inventas una
salida y abres la puerta, partiendo en dos personas; es decir; una se va y otra
se queda; dos personas que estuvieron unidas como Géminis por los Quipus del
arte.
Una tiene que echarse a volar hacia otras esferas; después de celebrar en una
atmósfera lúdica; después de charlas y conversaciones mezcladas de hermosas
canciones y hablar como papagayos y rayos y soles que iluminan EL BAGALLO
de donde sacan los tesoros del alma: hay terrenos inexplorados que ellos se
atreven a explorar, sondeando palabras rodeadas de músicas y dibujos llenos de
luces colgados de la pared, que colorean el paisaje y pasa lo que
tiene pasar: El tiempo se detiene para ellos; Dicen que los artistas cuando se
juntan y dialogan y hablan y cantan y leen y piensan en voz alta y celebran
cada acto creativo; cada acción poética y se reconocen mutuamente; sin máscaras
ni relojes que lo bajen a un estado terrenal. Ellos abren puertas y se abren a
un mundo que es sólo para ellos, pues corre sin prisa y se vive todo en
intensidad: es como cuando pasan miles de cosas por tu mente; inmediatamente y
en un minuto puede pasar todo por nuestros corazones; por nuestras mentes y
nuestras venas corren como ríos adrenalínicos que a veces es difícil manejar;
pero es así la vida para un artista, llena de pasión. Para un artista un día
común vivido en intensidad es como un mes; porque el artista se rige por otros
códigos y en sus conversaciones se abren puertas invisibles que sólo ellos
pueden pasar y habitarlas sin espacio ni tiempo.
Si te digo que nunca voy a subastar un libro de un poeta
muerto no me creerías; pero es así. Yo creo que igual tú nunca vas a vender una
de tus pinturas: Sin un artista analiza la situación busca otra forma de
ganarse el pan para no vender sus libros que en este caso son joyas de un valor
incalculable para él; pero si estamos con libros propios no hay drama. Ahí si
que estamos de acuerdo para subsistir con lo que realmente sabemos hacer
que viene a ser nuestro oficio de escribir: pero ¡Cuidado ! nunca voy a vender
mis libros viejos que amo tanto donde los poetas muertos cimentaron el camino:
SImplemente no los vendo: Los he cuidado en la medida que he podido; en este
tren de vida que he llevado: tú sabes eso más que nadie porque también han
llegado a tus manos como pájaros errantes que abren sus ojos al infinito.
Venderlos sería como vender un tesoro y los tesoros no se venden; igual que la
poesía es sagrada; no se vende, se regala y si tú la regalas, luego viene
el maná del cielo y se dejan caer los versos como un tsunami por tu cerebro y
las palabras se alborotan en tu mente por salir. La poesía es generosa y se da
cuenta cuando uno la ama porque tiene vida propia y te guía por caminos que tú
a veces nunca hubieras imaginado; pero es así la poesía y eso te lo digo de
bibliófilo que soy.
...Si te digo que irradias serranías, tu no me creerías, pero esta vez tú me
crees porque las serranías son horizontes cuadrados que un día habitaron en la
mente de Vicente Huidobro.
Fragmento del epistolario "La Musa y el Poeta"
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